lunes, 19 de octubre de 2009

Como lobos sin manada

Todos sabemos que todo animal que se precie necesita un grupo, una manada. Pueden sobrevivir por sí solos, pero no vivir en bienestar, y mucho menos sentirse a gusto, si no tienen otros de su casta alrededor apoyándolos. El ciervo necesita al resto de la manada para poder huir de los depredadores, pues él solo tiene más posibilidades de acabar devorado que el resto de sus congéneres, el caballo la reproducción y la afección que siente por los suyos, el tigre a su pareja, aunque se las arregle bien tanto sin como con ella… Y el lobo. El animal de grupo por excelencia, fiero, protector, acérrimo defensor de su territorio y de los suyos y aún así, el más independiente para con los grupos. Es un animal que no recibe nada, pero que lo da todo, y está dispuesto a comerse el mundo si con ello sobrevive y logra proteger a los suyos, y con ello, dar todo lo que guarda, sin esperar recibir más que amparo y cobijo entre ellos. Algo parecido pasa con cierta gente.

Algunas, necesitan estar en el grupo para sentirse uno más y sentirse seguro y capaz. Otros, como cobardes, necesitan ser amparados por el grupo sólo para sentirse a gusto y reconocidos, pues el pago que buscan es su reconocimiento, el hecho de que por lo que hacen, se les conozca, y para colmo, se les felicite, como a los niños pequeños que apenas acabaron de aprender a hablar. Otros, sin embargo, somos como los lobos. No necesitamos al grupo, no necesitamos reconocimiento, no necesitamos ninguna clase de protección, y sin embargo, lo tenemos todo por dar, buscamos presas, como si fuésemos a devorar el mundo, desgarrar todos los obstáculos que se metan en nuestro camino con nuestras afiladas fauces, y recorrer increíbles distancias con nuestras patas, hasta que un día, finalmente, podamos dar todo lo que tenemos, y no por sentirnos útiles, ser felices, sino por haber hallado eso que tanto nos falta, pero que no necesitamos; una manada en la que se nos necesite, que podamos darlo todo y no recibir nada...

Para eso siempre somos lobos.

1 comentario:

  1. Bueno, ya te lo dije anoche, pero me gusta mucho... y supongo que yo también sería un lobo. Solitaria, y bastante independiente, pero siempre para los míos.

    Deja de irte todas las tardes por ahí, que me aburro :( xD

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